Cristología en el A.T



La cristología en el A.T o antes de Cristo

El Salvador esperado por Israel tiene un nombre: es el Mesías, el que está consagrado para realizar el plan que Dios ha proyectado desde siempre para la salvación de la humanidad. Sus distintivos le serán revelados progresivamente al pueblo elegido a través de las vicisitudes históricas y de las intervenciones proféticas, mediante un proceso que irá poco a poco perfilando un mesías que es rey, profeta y sacerdote, siervo paciente, y que presentará rasgos cada vez más marcadamente trascendentes. A esta revelación progresiva responde por parte del pueblo de Israel la espera ininterrumpida e impaciente del liberador enviado por Dios. El mesianismo es, pues, una dimensión constitutiva de Jesús.


En Jesús se cumplen a plenitud las promesas mesiánicas anunciadas en el At, y en él se lleva a plenitud el sacrificio pascual; el pueblo de Israel sacrificaba animales para que expiaran sus pecados, cuya sangre rociada perdonaba sus pecados, este tipo de sacrificios, se debían repetir constantemente.


A diferencia de los sacrificios del AT, Jesús, que asume toda nuestra realidad de pecado, soporta sobre sí todo nuestro pecado y nos redime de él de una vez para siempre. En eso consiste la expiación vicaría, en que Jesús asume nuestro pecado y con su sacrificio en la cruz nos redime de él y a diferencia del AT éste sacrificio no necesita volverse a repetir, pues fue de una vez para siempre.



Tomado de: https://diosysantidad.blogspot.com.co/2012_09_03_archive.html

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